8 sencillos pasos para cambiar una llanta.
Conducir con una llanta ponchada o en mal estado puede poner en riesgo tu seguridad y la del resto de las personas, esto se debe a que puedes perder el control sobre tu auto. Si sientes que se ha ponchado una llanta, no te esperes y revísala de inmediato.
Para comprobarlo, puedes intentar en una recta soltar un poco el volante, si tu auto no sigue derecho y se va hacía algún lado, es probable que tu llanta se encuentre baja. Sí intentas esto debes tener mucha precaución y fijarte si no vienen más autos a tu lado.
A continuación te explico en 8 pasos cómo cambiar una llanta:
Paso 1
Baja de tu auto y revisa tus cuatro llantas, ve que tan infladas se encuentran.
Paso 2
En caso de que se encuentre ponchada la llanta, coloca tu coche en una superficie plana y en un lugar seguro.
Paso 3
Abre tu cajuela, ahí encontrarás una llanta de refacción y las herramientas necesarias. NOTA:
En caso de que tenga tapones el coche, se deben quitar, para esto puedes usar cualquier herramienta plana para botarlos.
Paso 4
Localiza la llave de cruz (normalmente es un tubo doblado en forma de “L” o dos tubos en forma de cruz unidos por el centro) y utilízala para aflojar las tuercas que sostienen la llanta al coche.
NOTA: únicamente se necesitan aflojar, no quitarlas.
Paso 5
Saca la llanta de refacción y las herramientas, colócalas en el suelo. Ubica y toma el gato.
Paso 6
Coloca el gato debajo del coche aproximadamente a 30 cm. de distancia de la llanta ponchada. Levanta poco a poco el gato hasta que agarre de manera concreta la orilla del auto y asegúrate de que no se vaya a soltar.
Paso 7
Retira la llanta, guardarla en la cajuela y coloca la nueva.
Paso 8
Coloca los tapones con la mano apretándolos de manera moderada. Posteriormente baja el coche y retira el gato.
Ahora estás listo para cambiar una llanta en caso de que lo necesites, de todas maneras siempre llama a tu seguro, es probable que tengas la asistencia que te cubre contra este tipo de situaciones, recuerda que es muy importante saber contra que estás protegido para que puedas hacer mejor uso de tu seguro.
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