Amaxofobia: Miedo a conducir afecta a un 33% de los conductores
Más gente de la que imaginamos no conduce desde hace años por miedo a ponerse al volante de un vehículo. Suelen ser unos incomprendidos. Sufren dificultad para respirar, sudores, náuseas, dolor de estómago, boca seca, sensación de mareo, temblores, palpitaciones, dificultades para hablar y pensar con claridad, ataques de ansiedad e incluso tienen miedo a morir y pesadillas antes de conducir. Pero el miedo a conducir sí se puede superar a través de varios tratamientos sin necesidad de usar medicamentos, gastar mucho dinero en terapias inservibles o acudir a trucos de Newage sin sentido.
Es importante comprender cómo y por qué aparece esta fobia conocida como amaxofobia. El miedo a conducir empieza con un pensamiento, la percepción de un peligro ya sea real o imaginario. Más tarde, invade el sentimiento de ansiedad, apareciendo los síntomas físicos y psíquicos. Finalmente se expresa el comportamiento, el conductor huye del vehículo para evitar situaciones como atravesar un puente o túneles, conducir en autopista, de noche, subir y bajar pendientes pronunciadas, adelantar a otros vehículos, autobuses o camiones o con tal de no afrontar un atasco. No poder controlar y perder el control son las principales preocupaciones de los conductores amaxofóbicos.
El miedo a conducir o amaxofobia tiene cura. Hay varios tratamientos en el mercado. Algunos están usando la Programación Neuro-Lingüística (PNL), basada en la psicoterapia ayuda a cambiar modelos de conducta mental y emocional de los conductores. Otros la hipnosis y la psicología de la energía conocida como la acupuntura emocional sin agujas. Infórmate de los precios antes de aceptar cualquiera de estas terapias.
El tratamiento que mejores resultados está obteniendo es la llamada terapia de exposición, aplicada junto a otras técnicas para el control emocional. Es impartida por un psicólogo y un instructor de educación vial, quienes enseñan cómo afrontar correctamente la fobia a conducir, exponiendo al conductor progresivamente a diversas situaciones conflictivas.
Los conductores pasan por varias etapas:
Comprender qué es y cómo se produce la fobia a conducir. Les explican la importancia de los pensamientos y cómo abordar la ansiedad.
Aprender a controlar el miedo a través de técnicas de control de respiración.
Exposición a través de ejercicios escenificados pero sin llevar a cabo situaciones catastróficas junto con técnicas de control de ansiedad.
Exposiciones en la carretera: se afronta de forma progresiva situaciones conflictivas en vivo ya sea en el vehículo del instructor de la autoescuela o en el del conductor paciente, quien al principio conducirá acompañado y más tarde lo hará solo.
Este tipo de tratamiento suele tener una duración de unas seis semanas, dependiendo siempre del conductor. Consulta a instructores de autoescuelas o en las conocidas escuelitas para que te informen sobre quién te puede ofrecer este tipo de tratamiento. Y antes de apuntarte a cualquier seminario por internet, asegúrate de su fiabilidad.
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