Vamos a conducir con viento
A la hora de conducir, al igual que ocurre con la lluvia, tenemos que tener mucho cuidado con el viento, ya que puede influir en nuestra conducción y, además, es un fenómeno meteorológico que no podemos ver y que se produce en cualquier momento.
Para conducir resulta muy incómodo hacerlo con viento, ya que no nos permite mantener una trayectoria de manera firme, ya que tenemos que corregir la trayectoria de forma constante. Además, si el viento viene de frente nos puede llegar a frenar un poco.
Muchas veces podemos conocer la intensidad del viento en el exterior de nuestro coche de una manera muy sencilla, fijándonos en los árboles. Cuando cruzamos algún puente también suele haber indicadores que nos muestran la dirección del viento y su intensidad.
Para circular correctamente cuando hay viento, en primer lugar debemos reducir un poco la velocidad. A menos velocidad tenemos mayor tiempo de reacción ante cualquier imprevisto.
También es muy importante que sujetemos el volante de nuestro coche de forma firme, de esta forma nuestro vehículo no será desplazado en la carretera a causa del viento.
A la hora de adelantar a otro vehículo debemos hacerlo con precaución, sobre todo si circulamos en túneles o zonas resguardadas ya que, al salir de nuevo, podemos ser sorprendidos por una gran ráfaga de viento que desestabilice nuestro coche.
Para conducir, debemos hacerlo siempre con maniobras suaves, aunque en caso de viento debemos prestar más atención a este punto. Actuaremos con suavidad sobre el volante, circularemos más lentos y también es recomendable reducir una marcha.
Los vehículos altos como los monovolúmenes o los todoterrenos son más sensibles al viento, ya que tienen una mayor superficie sobre las que actúa el viento. Además, en estos coches, el centro de gravedad suele estar más alto que en otro tipo de vehículos.
Por último, es importante revisar periódicamente la presión de las ruedas de nuestro coche. El neumático es el único elemento que está en contacto con el suelo, por lo que debemos controlar su estado para no llevarnos ninguna sorpresa desagradable.
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